Composición rectangular, orientación horizontal. Retrato de una mujer en un interior, de cuerpo entero, sentada sobre un sillón. Está representada en un segundo plano, con un elegante vestido lardo de color azul celeste ribeteado en negro; el escote y los brazos los tiene cubiertos por tela de encaje. Tiene el cabello oscuro, recogido en alto, las cejas delineadas, los rasgos finos, los labios carmín, pendientes de perla y una cinta negra anudada al cuello. En el primer plano de la composición, a la izquierda, cortada por el margen de la obra, hay una silla mullida y, tras ella, parte de una mesa circular del mismo estilo, con ramo encima. Al fondo hay un reloj sobre una repisa, el cual se refleja en un espejo, y un biombo con la parte superior pintada. El pavimento está decorado por una alfombra en base a manchas de colores, con predominio de los rosados.