Obra de formato rectangular y composición horizontal en que se representa el pasaje bíblico del Génesis 22:9 que versa sobre el Sacrificio de Isaac por Abraham. Esta pintura ilustra el momento en que un ángel por mandato divino detiene la mano de Abraham cuando está a punto de sacrificar a su hijo Isaac, luego que Dios se lo pidiera como muestra de obediencia. Al demostrar su obediencia incondicional, Dios lo libra de cometer el acto homicida. El muchacho está representado en primer plano de perfil a la derecha, en cuclillas, semidesnudo y con los ojos vendados por un pañuelo blanco. Los brazos estirados, cruzados y amarrados al frente sobre un altar de piedra en el que también se encuentra una fogata. Encima de él se encuentra un hombre anciano de pie, que viste túnica de color rojo, usa barba blanca y pelo cano, quien está blandiendo una espada que al mismo tiempo es sostenida por una mano que sale de entre las nubes a su derecha.