Obra de formato rectangular. Composición en base a un paisaje campestre y a la figura en primer plano de un ternero cuyo cuerpo está de perfil hacia la derecha, pero su cabeza mira hacia el espectador. Su pelaje es de color siena rojizo con grandes manchas blancas. Hacia la derecha y atrás del animal se observa otro vacuno con la cabeza inclinada y pastando, su cuerpo es de color negro y la cabeza blanca. Los animales están sobre un prado en distintas tonalidades de verdes y algunas zonas café. Al fondo y a la izquierda hay un tercer animal pastando y más atrás unos caballos de color blanco y café, respectivamente, en ese sector se proyectan en una ligera diagonal algunos árboles y más al fondo se ve la cordillera en colores violetas y cielos dorados.