Obra de formato rectangular en orientación vertical. Pintura costumbrista que representa un oficio del siglo XIX. Se observa, al centro de la escena, un barbero de pie cortando la barba de un cliente, quienes están bajo una improvisada sombrilla de tela blanca. Al costado izquierdo, un segundo cliente se agacha hacia un platillo de loza con agua, para lavarse el rostro. Al costado derecho una tercera persona, sentada en el suelo, cubierta con manto y sombrero que disimulan su presencia. Acompañan la escena dos perros y un caballo. El ambiente se reconoce urbano, con vegetación y edificios arquitectónicos, en un día despejado. Marco dorado.