La figura de Dios Padre vistiendo capa pluvial y tiara como Sumo Pontífice, aparece en lo más alto, al centro entre nubes bendiciendo y sosteniendo el Orbe en su mano izquierda. Bajo éste, una cartela en latín con el texto “TOTA PVLCHRA ES AMICA MEA ET MACVLA NON EST IN TE” (Toda eres hermosa, amiga mía, y mancilla no hay en Ti) del Cantar de los Cantares, capítulo IV, versículo 7. La Virgen tiene un aspecto joven, se representa de pie sobre fondo celeste entre nubes con sus manos juntas al pecho en señal de plegaria, con cabello abundante que cae sobre sus hombros, solo viste una túnica, sin manto ni velo. Lleva al Niño en su vientre como El Salvatore Mundi y está rodeada por los quince símbolos alusivos a su pureza, entrelazados por filacterias y leyendas en latín tomadas de diferentes textos sagrados, en particular de las Letanías Lauretanas, en que se le asocian a la Virgen elementos astrales como el sol y la luna y otros como símbolos vegetales o de la naturaleza, construcciones y objetos.