Los estudios sistemáticos sobre los pueblos de pequeña propiedad histórica ubicados en el Valle Central de Chile son limitados, predominando las comprensiones desde el devenir hacendal al mundo rural. Sin embargo, estos pueblos han tenido trayectorias específicas que constituyen un habitar caracterizado por formas cooperativas que pueden asociarse a su capacidad de resiliencia, en contraste con la tendencia general de los territorios rurales en Chile. Teniendo estas consideraciones como base, el presente ensayo plantea los principios necesarios para un proceso patrimonial en torno a la continuidad y bienestar de este habitar.